La nounou de Victoria

Llego el mes de agosto y con eso finaliza mi trabajo formal de niñera, o como le dicen acá Nounou. Paso rápido el ano y es que hace nada estaba buscando trabajo como loca, inscribiendome en paginas web y haciendo perfiles para conseguir trabajo como niñera. Me acuerdo de mis primeras entrevistas, lo nerviosa que estaba, sobretodo por no hablar francés. La verdad no tenia mucha idea de como tratar con ninos y trabajar con ellos me resultaba asumir una responsabilidad enorme, pero me decidi a hacerlo pensé que era una buena manera de aprender el idioma y que los ninos no serian tan duros conmigo por no hablarlo.

La primera familia que me contacto fue la familia de Victoria, una nina preciosa de 4 anos, tímida y muy consentida. Lo mejor de esta familia era que su casa quedaba a tan solo una cuadra de la mía. Aunque el salario no era el mejor acepte el trabajo por desesperación. No imaginaria que me iba a encariñar tanto con ella y es que pasamos un ano viéndonos todos los días, la buscaba al colegio, la llevaba al parque, me aprendí el nombre de todos sus amiguitos, la llevaba a sus clases de danza, la banaba e incluso cenaba con ella, siempre ella y yo.

El primer día que me toco buscarla recuerdo que no me hablaba y es que claro yo era una desconocida. Recuerdo lo feliz que la hacia ver a su mama llegar tarde en la noche después de haber compartido el día solo conmigo, estaba muy solita. 
En las noches cuando llegaba la hora de irme no se quería despedir de mi sus padres se enfadaban pero ella solo me veía yo le ponía una sonrisa y le decia "See you tomorrow"! 

Me imagino que no quería despedirse porque ya lo había hecho muchas otras veces con muchas otras niñeras con las que se había encariñado, entonces yo entendía su miedo.  

Jugar con ella era el mejor regalo que le podías dar, le encantaba jugar a que eramos amigas y en el fondo lo eramos. Yo le hablaba de mi familia, de mi país y ella me hablaba de sus viajes y su primo Wesley que vivía en Washington. Lo que mas le gustaba eran los cuentos de "Snoopy y Blackie", cuentos que yo le inventaba para irse a dormir. Me decía una y otra vez "otro, otro" a veces hasta se me iba la voz de tantos cuentos que echaba. Cantábamos juntas e inventábamos canciones, ella me enseno unas en ingles y francés y yo le ensene "Feliz Navidad", "París se quema" y la canción de los dientes. 

Algunos días la cuide cuando estaba enferma, le hice carinos para que se sintiera mejor, me contó cuando sus padres se iban a divorciar, nos hicimos amigas. Es común pensar que los ninos no saben o que tenemos que enseñarles como funcionan las cosas pero la verdad es que podemos aprender muchas cosas de ellos, podemos aprender de la honestidad, de la pureza, de la inocencia, de saber perdonar, de no guardar rencor, de abrir la mente, de no conocer limitaciones, de no tener prejuicios, de tener paciencia. Me enseno a reir, me ayudo a recordar lo que era ser nino a jugar, a inventar historias, a crear personajes, a guardar secretos. 

Lo curioso es que la ultima vez que nos vimos fue el único día que se despidió de mi sin saber que no nos veríamos mas.
La voy a extrañar, pero guarda un lugar en mi corazón por siempre.

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